En la mitología griega, Orión era el nombre de un gigante
cazador, natural de la región de Beocia, que perseguía a las 7 hijas del
titán Atlas hasta que Zeus, para que acabara el acoso, las convirtió en
estrellas -las Pléyades-. Orión es, pues, un nombre adecuado para un
avión cuya misión es perseguir incansablemente sus objetivos. ¿Y cuáles
son éstos? buques y embarcaciones de cualquier clase, incluyendo los
submarinos.
El Orión es un avión catalogado como ‘de combate’, que
realiza misiones de patrulla marítima, guerra antisubmarina y salvamento
y rescate.
El Ejército del Aire español tiene sus veteranos Orión –llegaron en 1973- en la Base Aérea de Morón, Sevilla, integrados en el 221 Escuadrón, que reúne los modelos P 3A y P 3B. De Morón parten normalmente para llevar a cabo sus misiones de vigilancia en el Mediterráneo y el Atlántico o integrarse en alguna operación aeronaval internacional como la de Somalia.
El Ejército del Aire español tiene sus veteranos Orión –llegaron en 1973- en la Base Aérea de Morón, Sevilla, integrados en el 221 Escuadrón, que reúne los modelos P 3A y P 3B. De Morón parten normalmente para llevar a cabo sus misiones de vigilancia en el Mediterráneo y el Atlántico o integrarse en alguna operación aeronaval internacional como la de Somalia.
Es un avión muy fácil de reconocer, no ya por sus cuatro motores de
palas anchas con las entradas de aire en la parte superior, sino por una
prolongación de su fuselaje que sale hacia atrás más allá del timón de
cola. Este extremo alberga uno de los muchos sensores que lleva a bordo
el Orión y que es un ‘detector de anomalías magnéticas’. Es decir,
contiene sensores que registran las minúsculas variaciones del campo
magnético provocadas por la presencia de la gran masa metálica de un
submarino aunque navegue sumergido, y así los detecta.
Para el resto de
misiones de vigilancia marítima cuenta con otros sensores –radar,
receptores, etc.- y la capacidad de montar sonoboyas, cargas de
profundidad, torpedos, etc.
Su fuselaje está lleno de mesas de control de los diversos sistemas
de vigilancia, comunicaciones y ataque, por lo que la tripulación puede
estar formada por casi una docena de especialistas.
Una particularidad del Orión es que, en las largas horas en las que
va vigilando las áreas asignadas, puede apagar dos de sus motores y
volar sólo con dos, y, además, puede poner las palas de las hélices de
los motores parados en una posición que se llama ‘en bandera’, que es la
que no ofrecen casi resistencia al aire. Con estas medidas, se obtienen
buenos rendimientos y economías en el uso de los motores y en los
consumos del combustible.
Antonio Manzano
http://www.onemagazine.es
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