Un militar español dirige un ejercicio de tropas iraquíes con mortero.
Estados Unidos ha detectado planes para cometer atentados terroristas utilizando falsos reclutas
El Pentágono ha animado a los países que
tienen desplegadas tropas en Irak en misiones de instrucción a que
extremen las medidas de precaución y seguridad ante posibles infiltrados
del Estado Islámico en las filas del ejército iraquí. Se teme que los
terroristas recluten mártires entre soldados de confesión suní.
Unos 30 militares españoles pertenecientes al Mando de Operaciones Especiales, además de cerca de 200 legionarios, se encuentran en Irak
desde el mes de enero para formar a las fuerzas armadas nacionales. El
objetivo es que estén listas antes de final de año para unirse a la
batalla contra el Estado Islámico, que controla una parte importante del país.
Su tarea consiste en impartir cursos a militares iraquíes sobre tácticas de combate, uso de armamento pesado, comunicaciones y tiro de precisión.
La tarea no es fácil. Además de encontrarse un ejército con altos índices de corrupción, deserciones y con poca preparación, existen riesgos severos para la seguridad de los propios militares españoles.
Según advierten fuentes militares relacionadas con la misión a ECD, en las últimas semanas se han recibido advertencias por parte de Estados Unidos sobre el riesgo de infiltración de terroristas entre las brigadas iraquíes que están formando.
Se trataría tanto de nuevos reclutas –que deben pasar por una investigación previa para detectar posibles traidores- hasta militares en activo de confesión suní que puedan tener algún tipo de simpatía por el Daesh.
Tal y como aseguran las fuentes consultadas, el Pentágono ya habría detectado algún intento de infiltración, e incluso algunos militares iraquíes habrían sido apartados de sus funciones por actitudes extrañas y contactos con personas sospechosas.
Por
ello, la inteligencia militar estadounidense ha advertido a todos los
países que tienen tropas en el terreno destinadas a la formación de
brigadas iraquíes de la necesidad de extremar las precauciones y cumplir a rajatabla los protocolos de seguridad establecidos.
Además, las fuentes consultadas afirman que en el caso español es especialmente preocupante, ya que una parte del contingente desplegado está asesorando a los futuros ‘boinas verdes’ iraquíes. Su trabajo, dicen, implica mucha cercanía con estos militares, que a su vez tienen acceso a armamento pesado y explosivos, por lo que cualquier ataque podría resultar de mucha gravedad.
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