En comparación con la versión anterior, la nueva doctrina aprobada por el presidente de Vladímir Putin a finales de diciembre de 2014 contiene importantes cambios e innovaciones. 

Concretamente, el documento hará referencia por primera vez a un Plan de Defensa que a servirá de base para construir un sistema de defensa multinivel del país. Al mismo tiempo, se prevé emplear el potencial militar de Abjasia y Osetia del Sur, aliados de Rusia que tienen una importancia estratégica para alinear el sistema de defensa en el sur de forma efectiva, y que por primera vez se identifican con este estatus en la Doctrina Militar de la Federación de Rusia. 

El documento también otorga un lugar destacado a una colaboración más estrecha con los países miembros del BRICS. A su vez se reconoce la necesidad de ampliar activamente el círculo de Estados socios de Rusia en el ámbito de la cooperación política y técnico-militar.

Movilización y disuasión no nuclear

La nueva doctrina presenta los siguientes términos: “disposición a la movilización de la Federación de Rusia” y “sistema de disuasión no nuclear”. 

El primero hace referencia a la “capacidad de las Fuerzas Armadas y otras tropas y unidades, de la economía del Estado, así como de los organismos federales y delegaciones del Gobierno en los sujetos de la Federación de Rusia, de los organismos de autogobierno local y demás organizaciones para ejecutar los planes de movilización”. El documento destina a este asunto un apartado específico bastante extenso.

La anterior versión de la doctrina también contemplaba cuestiones de ese tipo, aunque no tan detalladamente.

De hecho, se puede suponer que los dirigentes político-militares rusos pronostican que la situación político-militar en el perímetro de fronteras de Rusia empeorará. Es por eso que han empezado a centrarse especialmente en preparar a todo el país para rechazar amenazas globales que puedan infligir daños graves a la seguridad nacional, e incluso poner en peligro su propia existencia como Estado soberano. 

El cambio de la situación político-militar mundial y del carácter de las amenazas es lo que ha impulsado a introducir el concepto de “sistema de disuasión estratégica no nuclear”, que se refiere a un “conjunto de medidas de política exterior, militares y técnico-militares enfocadas a prevenir una agresión contra la Federación de Rusia mediante medios no nucleares”. 

Hay varias causas que explican la necesidad de introducir este tipo de disuasión.
En primer lugar, porque la disuasión nuclear, a pesar de que continúa siendo uno de los pilares del sistema mundial de seguridad en el ámbito global, no es un medio universal porque no puede emplearse contra potencias no nucleares, ni siquiera para resolver conflictos regionales, subregionales o a menor escala. 

Y en segundo lugar, y a causa del motivo anterior, porque la disuasión no nuclear hace tiempo que se ha asentado sólidamente como parte del arsenal de medios que garantizan la seguridad nacional de las potencias mundiales. Concretamente, de los EE UU.

De las amenazas cibernéticas a un ataque desde el espacio

Un aspecto importante que contempla la nueva doctrina es la necesidad de ofrecer una resistencia efectiva frente a asaltos de enemigos que emplean masivamente diferentes medios de ataque aeroespacial.

La nueva Doctrina Militar de la Federación de Rusia asigna un lugar destacado a la necesidad de garantizar la seguridad informativa del Estado, a la lucha contra las amenazas cibernéticas, lo que, tal como se indica en el documento, se debe a la tendencia a desplazar el peligro militar y las amenazas hacia el espacio informativo y la esfera interna del Estado ruso.   

La OTAN, el Sistema de Defensa Antimisiles y el Ártico

A día de hoy se definen como principales “peligros militares” externos: la ampliación del potencial de fuerza de la OTAN, así como el despliegue o acumulación de contingentes de tropas de Estados extranjeros o grupos de Estados (bloques militares) en los territorios colindantes con Rusia y sus países aliados, “entre otras cosas, con el fin de presionar política y militarmente a la Federación de Rusia”. 

La lista de misiones prioritarias destinadas a garantizar la seguridad nacional de Rusia incluye defender los intereses nacionales en el Ártico y “contrarrestar los intentos de algunos Estados por alcanzar la supremacía militar mediante el despliegue de sistemas de defensa estratégica antimisiles”.  

Fuente: mil.ru
Vladímir Scherbakov
http://es.rbth.com