La nueva versión del avión cisterna es capaz de transportar más de 65 toneladas de combustible y cubrir una distancia de 13.000 km. Entre otros, se encargará de las labores de abastecimiento de los interceptores y los portamisiles estratégicos de larga distancia, incluyendo los que están equipados con armamento nuclear. 

El Ministerio de Defensa realizó el encargo a la Corporación Unificada de Aeronáutica en 2014. Los dos primeros aviones deben entrar en servicio a principios de 2015. Los nuevos aviones cisterna podrán cargar el doble de combustible y cubrir 2.000 km más que sus predecesores, los Il-76. 

Un avión para los portamisiles y el presidente

El tanque aéreo es un nuevo intento de salvar el modelo soviético de avión de carga Il-96, porque sus versiones modernizadas destinadas a vuelos comerciales no han tenido éxito. 

El avión fue víctima de la desintegración de la URSS. En los años 90 no se aportaron fondos a la industria aeronáutica rusa, y en los años 2000 el modelo soviético no pudo hacer frente a la competencia del Boeing y el Airbus, que tenían dos motores económicos frente al Il-96, que es cuatrimotor.
Las aerolíneas rusas no apostaban por el modelo nacional. Fue el Gobierno ruso quien acudió en su ayuda, cuando empezó a adquirirlos para el presidente, que debía volar en un avión de producción nacional por razones de seguridad, así como para los funcionarios. En 2013 el Ministerio de Defensa también empezó a encargarlos.

A principios de 2014 la Dirección de Asuntos Presidenciales anunciaba el encargo de dos Il-96-300 a la Fábrica de la Industria Aeronáutica de Vorónezh. Su entrega está prevista para antes de finales de 2015, aunque en 2009 el Ministerio de Industria y Comercio ordenó el cese de su producción en serie por considerar que el proyecto no era prometedor a causa de los elevados costes de producción y el alto gasto de combustible de los aviones, aunque los pilotos consideraban que era un modelo seguro y fiable. 

“La producción del Iliushin pesado no llegó a detenerse por completo, ni siquiera durante los difíciles años 90. Aparte de modernizar el Il-96, se estaba estudiando el proyecto Il-106”, declara a RBTH el experto militar Oleg Zheltonozhko. Según él, el proceso de desarrollo de las variaciones del Il para uso civil y militar avanzaba de forma extremadamente indolente debido a las cuotas del An ucraniano, que se utilizaba para las tropas de desembarco aéreo de paracaidistas rusos y el traslado de vehículos blindados. 

“No obstante, en verano de 2013, en unos resultados para las licitaciones de defensa que se hicieron públicos, los observadores advirtieron unos datos que figuraban en el contrato estatal “para diseñar el proyecto técnico de un avión pesado de transporte militar de larga distancia y la maqueta de la cabina de tripulantes”, que firmarán la sociedad Il y el Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia, según indican los resultados de un concurso limitado”, dice Oleg Zheltonozhko.


El Estado como cliente principal

En octubre de 2014 también prosiguieron los intentos de reanimar la versión comercial del Il-96. La empresa aeronáutica de Vorónezh culminó las labores de reequipamiento del avión de carga Il-96-400T en su versión de pasajeros, a la que se asignó la denominación Il-96-400VPU. La entrega del avión al cliente (un organismo estatal ruso) estaba prevista para finales de diciembre de 2014. El precio del modelo estándar fue de 2.000 millones de rublos (26 millones de euros).

En 2009 la empresa Iliushin Finance Co. suministró a la aerolínea Poliot tres aviones de carga Il-96-400T que durante cinco años han mostrado buenos resultados cubriendo las principales arterias y transportando diversas cargas comerciales. En mayo de 2013 cayó la demanda de cargas especialmente voluminosas en esos aviones nacionales que resultaban tan caros. 

Poliot cesó la explotación de sus tres aviones y los devolvió al productor. Lo más probable es que hayan sido precisamente estos aviones los que se hayan modernizado para convertirse en aviones cisterna. Al menos los datos de la empresa apuntan a que, gracias a los encargos del Estado, la fabricación de aviones nuevos proseguirá. Los planes prevén la construcción y el suministro de 14 aviones de la familia del Il-96 antes de 2024. 

Denís Kungúrov
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