La Armada tiene previsto restablecer el escuadrón que disolvió hace 20 años. El Comandante en Jefe, el almirante Víctor Chirkov, dijo a RIA Novosti que la formación de la Armada en el Mediterráneo también llevaría a cabo misiones en los océanos Atlántico e Índico. Ya se están entrenando oficiales para el nuevo escuadrón.
La Formación Operativa del Mediterráneo estará compuesta de cinco o seis buques.
"Tenemos previsto asignar cinco o seis buques y buques de apoyo a la formación desde este año. Estos rotarán de cada una de nuestras flotas en el mar Negro, en el Báltico, en el mar del Norte, y en algunos casos incluso en el Pacífico. Dependiendo del alcance y de la complejidad de nuestras misiones, el número de buques de la formación podría aumentar", dijo el comandante. 

La 'base' de Tartus en Siria
Rusia arrienda instalaciones en el puerto sirio de Tartus como parte de un acuerdo de 1971. Esta estación de suministro de material y técnico es la única base de los barcos de combate rusos en el Mediterráneo. La prensa a menudo la denomina 'base militar' aunque, según varios expertos, en su estado actual la base no es más que una pequeña estación técnica para el mantenimiento de buques.
Según Chirkov, la Formación Operativa del Mediterráneo también podría incluir submarinos. "Posiblemente en el futuro. Solían estar desplegados allí en la época del Quinto Escuadrón (de la Armada Soviética). Allí había submarinos nucleares y diesel. Todo dependerá de cómo evolucione la situación", declaró Chirkov, según informaba RIA Novosti.
Según el almirante, el Comando de la Armada también está considerando incluir buques portahelicópteros de la clase Mistral para el personal en la Formación del Mediterráneo. 

Símbolo del renacimiento del poderío ruso

El establecimiento de un escuadrón ruso en el Mediterráneo es “un símbolo del renacimiento del poderío militar de Rusia”, según Andréi Frólov, editor jefe de la revista Eksport Vooruzheni ('Exportación de Armas').
 "La creación de esta formación tiene sentido porque sus buques podrían utilizarse en caso de crisis en la región y también como plataforma de lanzamiento para el envío de buques aún más lejos: a Somalia y a otras partes de África. Nuestros marinos están familiarizados con Tartus (Siria), que cuenta con la infraestructura necesaria para que los buques puedan repostar y abastecerse de agua, mientras la tripulación se toma un descanso. Tartus es muy apropiada por esta razón. Tal vez esto sea también una especie de señal de que Rusia sigue apoyando al régimen sirio actual", dijo Frólov a Kommersant.
Asimismo, Vladímir Batyuk, un experto militar en el Instituto de Estudios de Estados Unidos y Canadá, cree que la idea de establecer el escuadrón solo podría ser viable si la situación en Siria, que sería su base de operaciones, se estabiliza.
"En lo que respecta a la reacción de los países de la región a la presencia militar rusa, creo que la gran mayoría de ellos serán comprensivos, porque sin duda será un factor de estabilización de la situación política y militar de la zona. Rusia mantiene relaciones constructivas e incluso amistosas con algunos de esos países. Creo que un fortalecimiento permanente de la Marina rusa en el Mediterráneo se percibirá con comprensión", afirmó.

Por su parte, Irina Melkumyan, profesora del Instituto de Estudios Orientales de la Academia Rusa de las Ciencias, cree que la aparición de un escuadrón ruso en el Mediterráneo puede provocar ansiedad en algunos países de la región.
"Creo que probablemente está mal planteada. Opino que Rusia no debe volver a convertirse en objeto de críticas por parte de los países de la región, ya que es sabido que la postura de Rusia difiere de las de la Liga Árabe, Turquía y, por supuesto, Israel. La mayoría de los países de Oriente Medio tienen una postura diferente, y si ahora Rusia da este paso solo logrará empeorar la situación y debilitar la posición de Rusia en la región", dijo. 

Artículo basado en información de Kommersant, RIA Novosti y el servicio ruso de la BBC.
 Inna Soboleva